Salvaguarda
La salvaguarda es el conjunto de acciones destinadas a proteger a niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables frente a cualquier forma de violencia, sea abuso, maltrato o negligencia. Se basa en la dignidad humana y en el respeto irrestricto a los derechos humanos, con el compromiso de construir espacios seguros, inclusivos y protectores para todas las personas, especialmente aquellas más vulnerables y expuestas a situaciones de riesgo.

La Política de Salvaguarda Congregacional

Es una respuesta crucial al deber de salvaguarda, del cual la Congregación es la principal responsable, e informa a las hermanas y a las personas involucradas, de sus responsabilidades. La Congregación se compromete a hacer lo posible para salvaguardar a los niños/ niñas y personas en situación de vulnerabilidad, ya sea directa o indirectamente, para que puedan hacer uso de su derecho a vivir con seguridad.
La Congregación reconoce que todas las personas en ciertos contextos pueden ser consideradas más vulnerables a la explotación y al abuso que otras, y hacemos todo lo posible para identificar y mitigar dichos riesgos. Tiene como objetivo promover las buenas prácticas mediante:
- Proporcionar a todos un entorno que favorezca su desarrollo y garantice la protección contra los abusos.
- Apoyar a todas las hermanas y personas involucradas con la Congregación para que den respuestas informadas y seguras a las preocupaciones específicas de salvaguarda.
- Mantener un alto nivel de concienciación con respecto a la salvaguarda y sus prácticas.
- Apoyar a todas las unidades para un cambio positivo dentro de la Congregación.
- Garantizar una cultura de prevención de la explotación y el daño
- Ofrecer un enfoque que dé prioridad a la víctima/sobreviviente.
Normas fundamentales de salvaguarda
1.Promover entornos seguros
Toda comunidad y apostolado vinculado a la Congregación, debe garantizar un ambiente físico, emocional y espiritual donde las personas se sientan respetadas y protegidas.
Esto implica:
- Desarrollar espacios de formación permanente del personal (hermanas y personas involucradas) y el voluntariado.
- Contar con protocolos claros de prevención y actuación.
- Realizar una eficiente planificación de actividades, incluido el mapeo de riesgos y su plan de mitigación o gestión
2. Respuestas a situaciones (inquietudes, sospechas y quejas de abuso)
Ante cualquier indicio o denuncia, es imprescindible actuar con responsabilidad:
- Escuchar sin juzgar.
- Respetar la confidencialidad.
- Activar los canales de reportes de situación establecidos.
- Priorizar la protección de la persona víctima.
- Apartar a la persona presunta victimaria.
- Aplicar el debido proceso de investigación a nivel interno y la comunicación a las autoridades nacionales pertinentes.
3. Implementación y seguimiento de las normas de la Política Congregacional de Salvaguardas.
La salvaguarda requiere compromiso continuo, a nivel personal e institucional:
- Aplicación efectiva de las políticas institucionales.
- Capacitación periódica / continua de todas las personas vinculadas.
- Ajustes según las necesidades del contexto.
- Evaluación periódica de cumplimiento.
¿Qué Puedes Hacer Tú?
- Informarte sobre tus derechos y deberes.
- Prestar atención,, afín de identificar signos o señales de violencia, abuso o maltrato en el marco de las actividades institucionales.
- Reportar cualquier inquietud o situación sospechosa a las personas de contacto local o las personas clave de salvaguarda a nivel país, utilizando la línea o el correo a disposición para este efecto.
- Ser parte activa en la construcción de una comunidad segura y respetuosa de todas las personas.
Contactos para la salvaguarda
Teléfono: +595 962 375 654
Correo electrónico paraguay: salvaguardapy@ gmail.com
Asesoría de Salvaguarda en Roma: safeguarding@ gssweb.org